Pero si nos remitimos a la historia, se puede
decir, con hechos en mano, que ha habido una gran cantidad de personas con
tendencias homosexuales.
Sócrates. Sin duda una de las mentes más
preclaras y que más conocimientos sobre la vida han aportado al mundo
occidental. Durante años fue mentor de otros filósofos menores (de edad); el
mismo Platón estuvo a su cargo. Sócrates instruía a sus alumnos en todas las
materias de la vida incluidas las relaciones íntimas, llenas de amor y también
sexo. Por este motivo fue sentenciado a muerte, acusado de corromper a la
juventud y de herejía religiosa. A pesar de ello, para él, su trabajo como
maestro se encontraba a un nivel tan elevado como la religión.
Alejandro Magno. La condición homosexual de
Alejandro Magno es conocida por todos. Con tan sólo 20 años asumió las riendas
de su país y se convirtió en uno de los guerreros con mejor ejército de la
época, con el que formó un gran imperio.
Su mentor fue Aristóteles. Alejandro expandió la
cultura en la que se educó, formando a los habitantes de los países
conquistados en la cultura helenística.
A pesar de estar casado, Alejandro no dejó
descendencia. La mayor parte de su vida la pasó conquistando territorios, que
era su mayor pasión, junto con Hefestión, su amor y su segunda mayor
pasión.
Julio César. Uno de los emperadores más conocidos
del Imperio Romano. La sexualidad del César no ha sido puesta nunca en tela de
juicio debido a sus relaciones con multitud de mujeres, entre ellas Cleopatra.
A pesar de ello la historia tiene registrado el amor de Julio César por uno de
sus "trofeos de guerra" que llevaba por nombre Vercingetorix, que al
no claudicar ante los deseos sexuales del monarca acabó ejecutado públicamente.
Olga García
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