lunes, 11 de noviembre de 2013

EL EFECTO COOLIDGE



Al Presidente Calvin Coolidge y su esposa les estaban mostrando por separado una granja experimental gubernamental. Cuando la Sra. Coolidge accedió al área de las gallinas, advirtió que uno de los gallos se apareaba con mucha frecuencia. Le preguntó al encargado por la frecuencia de estos apareamientos, y éste le respondió: «Docenas de veces al día». La Sra. Coolidge dijo: «Cuénteselo al presidente cuando pase por aquí». Tras habérselo contado, Coolidge preguntó: «¿Con la misma gallina cada vez?». La respuesta fue: «Oh, no, señor Presidente; con una gallina distinta cada vez». Coolidge concluyó: «Cuénteselo a la Sra. Coolidge».

Se cuenta que esta fue la anécdota que inspiró al etólogo Frank A. Beach a acuñar el término “Efecto Coolidge”. Se trata de un fenómeno observado en algunas especies animales donde el periodo refractario post-eyaculatorio se ve reducido o eliminado si se encuentra disponible una nueva compañera sexual. Este efecto ha sido citado por biólogos evolutivos como la razón por la que los machos muestran un mayor interés que las hembras por mantener relaciones sexuales con un mayor número de compañeras.

Una rata macho era situada en el interior de un recipiente cerrado con cuatro o cinco ratas hembra en celo. La rata macho comenzaba inmediatamente a aparearse con todas las ratas hembra repetidas veces hasta finalmente quedar exhausta. A pesar de que en ese momento las ratas hembra comenzaban a golpearla o lamerla para que continuara, la rata macho no respondía. Sin embargo, si se introducía una nueva rata hembra en la caja, la rata macho encontraba el modo de aparearse una vez más, con la nueva compañera. Este hecho se atribuye a un incremento en los niveles de dopamina y sus efectos subsecuentes sobre el sistema límbico (que tiene que ver con las conductas placenteras y reforzantes), únicamente cuando aparecía la nueva rata hembra.

Lester y Gorzalka desarrollaron un modelo para determinar si el efecto también tiene lugar entre las hembras. En su experimento, para el que utilizaron hámsteres en lugar de ratas, se encontró que el fenómeno también tenía lugar en las hembras, aunque en menor medida. En cualquier caso, es un efecto que sólo se da en otras especies.

Sonia Estrella 

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